Últimamente me había dado un descanso en Tinder. Como a todo el mundo, a mí también me agota. No estaba en la típica fase «¿qué hago aquí? Esta app no es para gente como yo», que más de uno conocéis de sobra. Esa fase se pasa la primera semana de tener Tinder en el móvil. Una vez que asumes lo que haces en Tinder y que la civilización está involucionando puedes seguir con tu vida diaria. Y en la vida diaria a veces se abre Tinder y a veces no. A veces Tinder le hace feliz a una y a veces una se arrepiente de tenerlo descargado.
La cuestión es que esta semana he vuelto a entrar a ver qué se mueve en esta, nuestra deep web, desde que ha llegado la primavera. Y lo que he visto os sorprenderá. No, a Bustamante aún no le he encontrado, seguiré probando suerte. Pero he encontrado cosas muy bizarras que creo necesario compartir con el mundo. ¿Será esta mi publicación más inconexa? Seguramente. De nuevo, he tenido que dejar fuera a muchos hombres muy buenos candidatos para entrar en el post de hoy. Es que la primavera remueve todas las hormonas que cabalgan por Madrid. No te lo perdonaré jamás, Manuela Carmena, jamás.
Todos estos señores me los he encontrado esta misma semana. Y me preocupa.
En primer lugar tenemos a Julio, 29 años. Os transcribo su descripción porque aquí no cabe y merece la pena:
«Ya viste al que posa con su coche. También viste al que posa con su perro. El que tiene una foto en la playa para enseñar su trabajo en el gym… o al viajero… Todo eso te lo podría enseñar yo, pero ninguno lo que ves ahora. ¿Quieres conocer más y quizás ser la nueva capitana de uno de mis barcos?»
Pues eso, que si no ligáis es porque no ponéis vuestras cuentas bancarias en Tinder. O que vuestras cuentas bancarias están al descubierto. Yo sin embargo caería hechizada con un pantallazo de una buena deuda, no podría evitar dar un like. A mí mi corazón me funciona por pena.
ACTUALIZACIÓN: Tengo que dar las gracias a una persona amable que en Facebook me ha iluminado acerca del señor de la cuenta bancaria suiza. También doy las gracias a la persona amable que me ha permitido entrar en Forocoches. Resulta que Julio tiene una cuenta en forocoches y se ha hecho este perfil en Tinder solo para hacer un estudio, más o menos como el mío. Solo que él ha usado el BIG DATA. Este es un ejemplo de las cosas que ha hecho:
Aquí tenemos al segundo hombre de la semana: Iván, 29 años y de Murcia. ¿Los de Murcia no tienen otro sitio donde ir a ligar? O que se apunten todos a Casados a Primera Vista, que les funciona muy bien.
Un chico con valores, que busca de todo incluyendo calabazas sin convertirse en un degenerado. Y acabando las frases con un xD que siempre rebaja tensión y aumenta la felicidad. Murcia, a tope.
Acabo de caer que en ningún momento ha mencionado que él sea de Murcia y yo ya le había crucificado. Soy muy prejuiciosa. Perdóname, Iván. A no ser que seas de Murcia.
Seguimos con el tercer hombre con las hormonas alteradas, arribísima ya y manejando Photoshop el editor de fotos de Tinder.
Jijiji no hay editor de fotos del Tinder, es mentira. Jíbiri jíbiri. O al menos que yo sepa. No soy la máxima autoridad de Tinder.
Seguimos con el cuarto:
Oye, pero este tipo de fotos ¿en serio que a alguien le producen algún sentimiento? ¿Algún sentimiento que no sea Pero esto por qué?
¿De qué hablarían Diego y Mulán? ¿bebieron té? ¿Será más raudo que un río bravo?
El quinto hombre de la semana primaveral me alegró la existencia:
¿Qué clase de baile es este? ¿Por qué me atrae y me espanta a la vez? ¿Dónde ha comprado ese traje? He preguntado a Google, y a 7.528 km de mí se sitúa la ciudad de Tashken, capital de Uzbekistán. Ojalá todos sus habitantes se muevan así.
Os presento al sexto señor, otro fervoroso amante de la primavera:
Este señor es más intenso que Twitter con Ramón Espinar comprando Coca-Cola. Ramónespinar, nunca pares de entretenernos, por favor. Si vas a lastimarnos, que sea especulando con un piso de protección oficial.
Pasamos a Daniel, séptimo de la lista:
Me pidió un chiste y un chiste le di:
Se trata de un chiste antiguo muy asentado en mi círculo cercano y que hoy en día ya no escandaliza a nadie. No sé por qué se me ha ocurrido compartir esto con ustedes, lectoras y lectores.
ACTUALIZACIÓN: Me ha contestado con un «lol» y acto seguido ha incluido un chiste sobre croquetas. Ámame, Daniel.
Octavo. Si Dios descansó al séptimo día es porque el octavo iba a acabar así:
Estuve un buen rato mirando la foto y o el chaval sabe disfrazarse muy bien o no entiendo el contexto. ¿Así se liga en el 2017?
El noveno chiquín de la semana inició una conversación conmigo y en un momento dado salió por la tangente dando un giro muy inesperado:
Y finalizamos la semana primaveral con la décima y última persona digna de mención. Sí, es un ejemplar entrenador personal, como bien dice su foto. Sé que ya he hablado de este prototipo de hombres de Tinder, pero jopetas, es que no dejan de sorprenderme.
Y así en abundancia he visto esta semana, pero no puedo poner muchas más fotos que se me peta el blog. Mientras sigo decidiendo si soy feliz o me arrepiento de meterme en Tinder, os cuento que me ha salido un seguidor tan seguidor que se ha creado un blog como el mío. Se llama Yo también me metí en tinder y es un hombre. No le conozco, pero si le conociera le diría a la cara que ha puesto un nombre muy muy original para su blog. Pero me cae bien, se lo curra más que yo, que tampoco es difícil últimamente. Es mi broda de blog.
PD. Hombres de Tinder, no me decepcionéis en Semana Santa. Dadme Ku Klux Klan.
What??? Muy heavy lo del blog no?? Qué originalidad sí señor.
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¿Cómo que se lo curra más que tú? De eso nada. Tú copycat carrce de tu estilo y lo sabes.
Además cloro el peligro de aparecer en su blog y en el tuyo, que yo sepa, no 😉
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Ola no se eskribir
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A ver, elige más y mejores palabras. Pero luego se hizo er chulito conmigo así que ya he rebajado la estima en la que le tenía. Ojalá salgamos en su blog y podamos reconocernos.
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