¡HOLA CASOS AISLADOS DEL TINDER!
¿Vosotras tenéis una sociedad OffShore en Panamá? Yo no. Tampoco soy fiscala anticorrupción, a lo mejor es por eso.
No sé exactamente desde hace cuánto, pero lo cierto es que llevamos unos meses pudiendo elegir nuestra «canción de culto» en Tinder. Ahora puedes mostrarle al mundo tus selfies, una breve descripción de ti, tus fotos con filtro de Instagram y la música que dices en alto que escuchas. O la que pones en la sesión privada del Spotify. Bueno, que escuchas entre los ochenta anuncios del Spotify [inserta aquí un anuncio de Spoti, yo es que no lo uso].
Pues sí, queridos y queridas, ver el perfil de un tío en Tinder me supone un rato largo. De media, a la hora veo unos cinco perfiles. Cuanto menos es entretenido. Me tengo que leer sus descripciones, ver sus mil novecientas treinta y tres fotos haciendo paracaidismo, y por último hacer un estudio de su Instagram. Todo esto con la banda sonora de fondo correspondiente a cada hombre. Cuando he decidido si darle un Like o pasar de él, considero que ya conozco al chaval en cuestión como si llevara diez años viviendo con él. Así que la decisión está 100% fundamentada.
Sé que todo esto puede sonar creepy, pero vosotros habéis elegido crearos un perfil en Tinder, no me vengáis ahora con nimiedades.
¿Y qué escuchan los hombres que están en Tinder?
Ellos mismos dicen que escuchan cosas muy modernas: indie, rock alternativo, grupos tan nuevos que ni se han formado. MENTIRA. A todos tarde o temprano se les escapa su placer oculto. Siempre, entre grupo cool y cool aparece la verdadera verdad musical de este país. Y la única verdad ES QUE SOMOS TODOS UNOS HORTERAS DE MIERDA.
La Vida Moderna ha vuelto a poner a Maná en el foco del panorama musical mundial, que es donde realmente pertenecen. Pero no en la base del foco, qué va, en lo alto. Y mirad a Luis Miguel, qué mozalbete por aquella época en la que cantaba esa canción que nadie conoce: «Ahora te puedes M…» (¿orir?) Igual solo desconozco de su existencia yo, pero en esta vida si no generalizas no vales nada.
La canción del verano milenio:
Reconozco que cada vez que un tío tiene puesta «Despacito» como canción de culto en Tinder 1º) no juzgo, 2º) me escucho los 40 segundos que Spotify nos permiten escuchar. Y la bailo, allí donde esté. Y además le doy un Like al chico, sea quién sea. Parece ser que ya he sobrepasado mis zonas de peligro hasta provocar mis gritos, y ya he logrado olvidar mi apellido. Y no he hecho de mi cuerpo un manuscrito pues no sé por qué, supongo que porque no está hecho de papel. En realidad me apellido García, y no tiene pinta de que vaya a lograr olvidar semejante originalidad pronto.
Supongo que muchas personas utilizan la «canción de culto» como ironía, pero debéis saber que a menudo vuestras ironías no se entienden. A mí si me pones a Sonia y Selena, asumo que te gustan Selena y Sonia. Sobre todo si pones el remix del año 2011, porque eso indica que has ido más allá de la versión original. Amigo de 25 años de edad, he escuchado esa canción y no se merece un remix. Francamente te lo digo.
A ver, compañeros, os cuento una cosa: se os ven las canciones que escucháis en Spotify, no solo la que proclamáis como vuestro himno, el resto también. Y hacedme el favor de no escuchar a Sergio Ramos cantar, que no se lo ha ganado. Ni con autotune.
Yo creía que esa canción ya no la ponían ni en Kiss FM. No la escuchaba desde el año 1998.
Cher tiene 71 años. Y con este golpe de realidad, pasamos al siguiente caso:
No creáis que soy cruel con los gustos musicales ajenos, muchas veces entro a Tinder simplemente para escuchar música, y cuando descubro que alguien ha elegido a Bustamante me emociono. Felicidad plena. Tenía pensado decir más acerca de lo que me produce este señor, pero por favor, os invito a ver este vídeo y lo sabréis al instante sin que hagan falta palabras.
Otro Like pa ti por hacerme revivir estos momentos.
Tuve un match con este chico y toda nuestra relación se basó en intercambiarnos canciones de Mocedades. Un chico de pueblo, pero con saber escuchar.
Vida, algo así, eres tú.
Y como no solo hay que aparentar que escuchas música, sino también aparentar que la creas, aquí me despido con uno de los artistas del Tinder:
Y ya sí, finalizo esta mierda de post con una posdata necesaria: DEJAD DE DECIDNOS QUE SABÉIS BAILAR KIZOMBA. No os vamos a dar más likes por eso.